domingo, 3 de febrero de 2013

Inma - Día 131


Esta entrada va dedicada a Inma, que me ha hecho un par de consultas por aquí, y me he demorado mucho en responder.

Si, estuve atareadísima con la mudanza el armar, desarmar, acomodar, más que la casa estaba muy sucia, más que tuve que recuperar más de 20 días que no he trabajado… digamos que me ha llevado bastante rato.  Va aquí una fotito que saqué en uno de los días que salimos a despejarnos entre tanta labor… como decís, la Patagonia Argentina es realmente maravillosa, muchos rinconcitos por descubrir, y recorrerlos una y otra vez…

Bueno, vamos al grano dirían en las películas.  Me preguntaste sobre la rehabilitación que estoy haciendo.  Debo decir que yo también me pregunté mucho acerca de esto previo a la operación, pensé que la visita a las fonoaudiólogas (logopedas para ti) iban a ser más “laboriosas” pero hasta ahora sólo han sido unas pruebas para ver qué tal escucho y no mucho más que el calibrar (que no es poco, claro).  Ahora estoy en viaje a mi sexta calibración, y preguntaré, por ti y por mi, si haremos luego más trabajillos, o sólo es cosa de propia voluntad.

Debo confesar que en este…... mes?... o quizás un poco más, no le he dado mucha bola al implante.  No porque me disguste (aunque como será normal, un poco de fiaca da), sino por todo el movimiento que ha tenido mi vida en estos días.  Ahora que estoy más acomodada, retomaré las prácticas de Pepe, las prácticas con Silvi, veré si con el piano saco algo, e intentaré dedicarle algún rato a ver si entiendo algo de radio o tele.  Lo mismo el teléfono, que el médico me comentó que el blackberry tiene un algo especial que hace más fácil la escucha con el implante.  Tendré que averiguar eso.

Lo que puedo decirte es que estoy MUY contenta con el implante, realmente hace rato superó la calidad de audición que tenía meses atrás con el audífono, y hacen 4 meses que estoy “enchufada”.  Y más allá de que no pude darle mucha bola el último tiempo, varias veces caigo en la cuenta de que ciertos sonidos como las S, las respiraciones, e incluso en los viajes en auto, escucho mejor las voces a pesar del ruido del auto en sí.  También cuando me quedo sin batería, cuán diferente es sin él.

En cuanto a lo que refiere a estética, como te comenté brevemente antes, salvo que te ates el pelo, y salvo que lo lleves corto, el implante no se ve.  En cuanto a comodidad, no me volvió a pasar de que se me quede pegado en algún metal, supongo que porque el pelo ya creció bastante en la zona, y eso lo protege más.  Las primeras veces me pasaba que al acomodarme el pelo, accidentalmente el implante volaba, y en otras veces por suerte el reflejo actuó rápido y lo atajé (pero qué resistente a los golpes es!).  En lo único que me resultó incómodo es el otro día que salí a andar en bici con el casco, apretaba y apretaba, así que me queda pendiente probar de esos cascos más redondos que te cubren toda la cabeza… quizás no aprete tanto… no lo sé.  Alguno tiene uno para prestarme así lo pruebo unas horitas y veo si resulta?, jaja.

Y hay algo que me sigue fascinando, y va a ser para siempre (creo).  Me acuerdo antes de implantarme, en viajes en micro u otros con pasajeros, que quería escuchar música con el antiguo walkman (porque con otra cosa no volví a hacerlo, ya verán porqué). Primero me ponía los auriculares que van directo en la oreja, sin el audífono, (en mis los mejores tiempos de mis oídos, claro).  Escuchaba bajo, pero al menos algo escuchaba.  Con el pasar del tiempo, a medida que perdía audición, tuve que empezar apretarlos un poco, para que me llegue mejor el sonido, acomodarlo según como iba el tubo del oído.  Me cansaba enseguida de sostener con la mano, y aparte la oreja no soportaba tanta presión, y ya no se parecía en nada al disfrute.
Tiempo después, empecé a ponerme los auriculares de esos que tenían el metal que te agarraba la cabeza, así no me hacía daño.  Pero éstos me quedaban muy bajos (a la altura del agujero del oído), cuando yo necesitaba que me queden arriba de la oreja para que vaya directo al micrófono del audífono (no tenía sentido que vaya al agujero ya que no escuchaba nada por ahí).  Incómodo otra vez.
Me acuerdo además del sentimiento de escuchar walkman “en realidad no tendría que escuchar con auriculares”, ya que como sabemos, hace mal al oído escuchar la música así, y en casos como estos, peor aún… más que tenía que ponerlo muy alto, era peor… pero había veces que no me podía resistir.
Bueno… acompañaba este feo sentimiento el que además tenía que poner la música al mango, y los de al lado no debían estar muy contentos... así que esto del walkman duró muy poco… de ahí que los discman, mp3, mp4, nunca los usé (o muy rara vez estando sola) …………

HASTA AHORAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!

Súper súper súper kit del implante, es maravilloso!!! Lo enchufás al implante, y con cable como auricular lo enchufás al equipito que tengas (mp3, 4…), y lo ponés al volumen que querés porque nadie escucha, va directo al aparato, así siiiiiiiiiiii.

Bueno, espero haber respondido a tus dudas.  Cualquier cosa, volvé a preguntarme, gustosa te responderé, y de paso saco más para contar.

Gran abrazo!.

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