domingo, 10 de febrero de 2013

Día 138 - Calibración 6

Ya en casa otra vez!. Acá va todo sobre el viaje a Buenos Aires para hacerme la 6ta calibración.  Lo primero que me pasó al llegar a la jungla fue decir "Ah, si, los ruidos molestan".  Pensé que ya me había acostumbrado a los ruidos con el implante, pero me parece que me acostumbré al "silencio" de San Martín...  el ruido del tren es fuerte, el ruido de los colectivos es fuerte.  Sin embargo, ninguno llegó a "lastimarme".

Me asombré al estar en un momento en el colectivo, cuando subió un vendedor que tenía problemas para modular.  Hablaba entre dientes, sin mover los labios.  Había el típico ruido de la calle, del colectivo y sus frenadas... pero ahí estaba yo, a tres asientos del vendedor, y le entendía cada tanto unas palabras que soltaba.  Todo un logro, escuchar entre ruidos y encima supongo que muy claramente no debía hablar.

Bueno, en el día de la calibración.  Primero las pruebas que han ido muy bien, las vocales las entendí todas, las acentuaciones también (Papa o Papá, Toma o Tomá).  Luego las palabras sueltas, que para mi asombro, también me ha ido muy bien.  Yo pensaba que como en este tiempo no le había dado mucha bola al implante, no iban a haber muchos avances, pero parece que la cabeza y el oído hicieron lo suyo, solitos.  Sólo unas palabras hubo que no entendí, pero en su mayoría las escuché con toda firmeza e inmediatamente las dije, sin repetir.  Wow!.  Después tocaron las oraciones, algunas enteras, otras por la mitad, en casi todas me quedaba sin entender una palabra, que al repetir, la sacaba.  Por último, nuevo ejercicio.  Me leyeron un texto, donde yo (a modo de dictado), tenía que ir repitiendo (en vez de escribiendo) en cada pausa que me daban.  Esto ha ido bastante bien también... el texto lo entendí completo, con algunas repeticiones, ya que me pasaba lo mismo que con las oraciones... alguna que otra palabra que quedaba en "blanco".

Me dijeron que voy bastante bien, que hace poco de la operación, y las respuestas que estoy dando son muy buenas.  Tocó luego la calibración.  Se acuerdan de las 12 barritas?, ya las primeras 11 están casi iguales, no es que me moleste más un agudo, o un grave.  La que sí molestaba era el agudo Nº12, que no hay caso, no podía subirlo mucho porque me retumbaba la cabeza.  La fonoaudióloga decidió sacarmelo, a ver qué tal va. Veremos la próxima si lo ponemos a ver qué pasa, pero no es fundamental tenerlo, entre los otros once se distribuye y va bien.  Así que levantamos un poco más las 11 barritas, y qué alto está el volúmen!.

Me enseñaron el uso de otros dos botoncitos del control remoto del implante.  Los que usaba hasta ahora eran el de subir y bajar el volumen, más el que pone de inmediato el volúmen al medio (por si hay algo que está molestando).  Los dos nuevos son los de sensibilidad.  Se acuerdan que en ambientes ruidosos empecé a notar más la voz, separada del bullicio?, los planos?.  Con estos botones puedo disminuir
o aumentar la sensibilidad de manera que puedo centrar los ruidos entre los que me rodean (por ej en un restaurante) y que el ruido de fondo quede bien lejos.  O (supongo), aumentar la sensibilidad para los casos como un teatro, para ampliar la banda y que lleguen más los sonidos que están lejos.  Todavía no pude probarlo muy bien, después les cuento.

Bueno!.  Salí a la calle.  La mensajeo a Silvi, mis hermanas y mamá, que todo salió bien.  En eso estoy concentrada escribiendo el mensaje en el celular, y escucho que me hablan en la oreja, "cheeeeeeee, de tan cerca me tienen que hablar?", me doy vuelta, y resulta que eran dos personas que estaban a 2 mts mío... wow!!!!!.  Después, caminando un poco más, entre todo el lío de la calle en Once, algunos sabrán lo que es esa zona de tráfico, escucho aislado y fuerte un estornudo, lo busco... y resulta que fue un hombre que estornudó dentro de un kiosco.  Otro woooooow!.

De ahí me fui a almorzar con una amiga a un resto, y ahí fue sorpresa también la nitidez con la que escuchaba su voz aislada del resto, más fuerte, y a veces me daba sensación de estar gritando.  Fueron algunas situaciones similares a lo largo del viaje y cuando llegué a casa... todos parecían estar gritando, incluso yo misma.  Ya me acostumbraré, de todas maneras, no resulta molesto.

Hoy toqué el piano, y otra vez: raaaaaaaaro, creo que por unas cuantas calibraciones va a seguir pasando.  Lo sentí más tosco, no tan suave como cuando toqué antes de irme (que ya no me molestaba como al principio).  Pero las teclas agudas cada vez las escucho mejor, ya no es tanto el martilleo, sino más bien el sonido, así las disfruto mucho más!.  Así que habrá que seguir tocando para acostumbrarme y poder disfrutarlo a pleno otra vez.  Lo que noto también es que me siento más tranquila encarando la situación, sé que es cuestión de darle tiempo al oído a que agudice, y con el mismo una se va acostumbrando a los nuevos sonidos.  Como dicen por ahí, persevera y triunfarás.

Me quedó un detalle de la fonoaudióloga.  Para Inma, logopedas.  Pregunté sobre la rehabilitación con ellas, si no había que practicar ahí, o si no era más seguido...  Pero me dijeron que es según la persona, si le cuesta hablar, si nunca habló y tiene que aprender... y supongo que más cosas por el estilo.  En mi caso no lo ven necesario, por eso es que no hay más de lo que hacemos, las visitas que son ahora cada 3 meses es suficiente.  Supongo, si, que a cada visita se irá sumando un ejercicio, ya que hay cosas que vamos probando según el avance, porque por ejemplo, leerme un texto en la primer calibración hubiera sido catastrófico, tanto emocionalmente como auditivamente, jajaja.

Hasta la próxima!.

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