Como me propuso un compañero implantado, probé hablar por teléfono. Primero con mi hermana, por el teléfono fijo, a la que le entendí casi todo lo que hablamos, lo único que me molestaba era el volúmen, lo sentía muy bajo, y quería/necesitaba más. Después probé llamarla a Silvi por el celular, ahí el volúmen estuvo muy bien, y también le entendía casi todo, wow! y por celular!. Debo decir que todavía me da como un algo llamar por teléfono, no sé muy bien describir qué es, si es algo como miedo o si lo siento como todo un esfuerzo, y me da como una especie de bloqueo "no puedo, y no puedo". Lo que me pasa además es que es tanta la atención que debo poner, que si yo hablo y la otra persona también, es como que pierdo el hilo de la conversación, cómo cómo?. Pero ya iremos intentándolo otra vez hasta perder ese no sé qué, y ganar más confianza. Es muy raro además hablar por teléfono con el oído derecho, cuando siempre utilicé el izquierdo, por más que fueron pocas veces las que pude hablar perfectamente tiempo atrás.
Bueno!, la próxima calibración es el 6 de febrero, y me encantaría que fuera antes, jaja. Quiero más!. Pero la verdad es que desde ya se siente mucha diferencia con el audífono, hay veces que me apago el implante, y los sonidos se tornan como borrosos, y algunas cosas no los escucho tan presentes como con el implante. Ej, si está la tele bajita, con el implante la escucho, y si me lo apago dejándome el audífono, quedo casi como en silencio absoluto. Espectacular (no por el izquierdo, sino por el derecho).
Muchas veces hablando con Silvi no tengo la necesidad de mirarle la boca, podemos estar al lado y a veces le entiendo sin mirarla, va siendo cada vez más automático. Qué práctico es!... qué descanso van a ir teniendo mis ojos!... tanto fijar la vista en la pc, y en las bocas, cansa, che!.
Estoy en este momento en el sur, viajamos en avión. El implante no ha sonado al pasar por el detector de metales, bien!. En el vuelo sentí cómo se me apunaba el oído izquierdo, pero me parece que el derechooooooooo, señoras y señoreeeeeeees, no se me apunaaaaaaaaaaa!!!, parece que los electrodos siguen su labor sin cesar!. Son súper poderessssss!. Recuerdo viajar varias veces a lo de mi papá (que vive en el sur también) que de tanto subir y bajar por las montañas con el micro, el apunamiento era fatal, encima de escuchar poco, que se me apune era horrible, no escuchaba ni jota. Bueno, la jota no la escuché casi nunca -por no decir nunca- me refiero a que no escuchaba casi nada. Y ahora que lo pienso... "no escucho ni jota", acaso la jota se escucha más que el resto?... de dónde vendrá esa frase?. Bue, cuando volvamos a Bs As veré si pasa lo mismo en el avión y ahí podré confirmar si es así.
Que escucho pajaritos? siiiiiiiiiii, yo adentro con puerta cerrada y ellos afuera? siiiiii. Que escucho el viento cuando me da en la cara? siiiiiiiiiiii. Más sonidos, más!.